![]() 267
La tarea del traductor, entonces, es muy complicada y exigente. La calidad de sus
traducciones depende, totalmente, del cumplimiento de los requisitos que acabamos de
exponer. Una buena traducción no requiere un reproducción mecánica de los detalles,
sino cierta identidad de ámbito; el traductor debe entrar bajo la piel de otra persona antes
de comprometerse a traducir una frase
128
.
Lo que pretendía
lograr la teoría de la Lengua Escalera en el rendimiento de los
sujetos puede ser el generador de una mejora en la calidad del traductor. Su papel en la
ampliación de la capacidad lingüística y conceptual del sujeto, puede reflejarse en las
traducciones que realizan los seguidores de esta metodología. El hueco existente entre las
gestiones cognitivas de L1 y L3, que se podrá reducir con la intervención de LE, puede
simularse cuando se trata de las gestiones de LO y LD. Lo que crea el buen traductor es el
instrumento funcional, que se construye de los elementos de las lenguas en cuestión. Este
instrumento siempre ha sido, al menos teóricamente, exclusivo a las personas bilingües,
lo cual significa que la mayoría de los traductores no cumplen los mínimos requisitos.
Gran parte de la literatura árabe, por ejemplo, ha sido traducida al español por traductores
que carecen del conocimiento básico de los aspectos sociolingüísticos del árabe. No
obstante, sus traducciones han sido calificadas como buenas. La razón está muy clara: el
lector lee el texto en su lengua materna y nunca se preocupa de la obra original aunque
domine la lengua árabe, para él, si lo que está leyendo es correcto, entonces esta obra ha
sido traducida correctamente. Esta tendencia se manifiesta en todos los ámbitos de la
traducción, ya que separar el lector de la obra original implica la continuidad del
traductor. Esto explica la falta de muchos requisitos en una gran parte de los traductores.
Si acercar al lector a LO es prácticamente imposible,
acercar al traductor a LO es
imprescindible.
La teoría de la Lengua Escalera sería funcional sólo en caso de que el traductor
pretendiera ampliar el rango de idiomas que traduce. Si su trabajo concierne únicamente
LO y LD, y nunca LOn
y LDn, LE, lógicamente, no puede existir. De todos modos, la
aplicación de LE al campo de la traducción es, principalmente, la extensión
de su
aplicación a la enseñanza de las lenguas extranjeras. Los sujeto que adoptaran este
método para acceder a Ln
tendrían más capacidades a la hora de traducir de/a LOn
a
LDn. En la construcción de la Interlengua, la intervención de LE reduce la distancia entre
128
R.A. Knox. 1957, On English Translation, The Romanes Lecture delivered in the Sheldonian theater;
|