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Los gustos establecidos por la cultura están expuestos a la transferencia: los
sabores, los olores y los colores. Un francés buscaría en el Medio Oriente unos yogures
azucarados, mientras un jordano buscaría en Europa un yogur salado. Algunas personas
procuran no pasar por los molinos de café, mientras otras suelen poner cierta cantidad en
el coche o en la nevera para perfumarlos. El color negro para unos es símbolo de la
tristeza, para otros lo es el blanco.
El estilo personal y los caprichos son transferibles. La forma de vestirse o de
maquillarse siempre penetra en la cultura de la nueva lengua. Lo que para unos es un
festín, para otros es repugnante. 
La forma de ser tampoco se salva de la transferencia. La ética y la moral de la
cultura nativa demuestran gran aptitud para la transferencia, y ninguna para la adaptación.
Probablemente esto se debe a que éstos aspectos de la cultura forman la parte más
sensible de la personalidad del sujeto, y representan para él el molde intacto de su orgullo
individual.
La noción del tiempo varía de una cultura a otra. Las diferentes lenguas expresan su
concepto de formas diferentes; como consecuencia, la misma frase en dos lenguas
distintas puede incluir un espacio diferente de tiempo (Celaya Villanueva, 1992:103). Lo
que para
unos es pretérito perfecto para otros es pretérito indefinido. El pretérito
imperfecto del verbo “???” (ser) en el Corán, por ejemplo, se usa para referirse, al mismo
tiempo, al pasado, al presente y al futuro; es la equivalencia de ‘fue’, ‘era’, ‘es’ y ‘será’.
La diferencias entre las dos culturas pueden, por tanto, frenar el proceso de la
adquisición de L2. Los sujetos cuyos filtros afectivos son muy fuertes, hacia la lengua y
la cultura nativas, suelen manifestar una actitud receptiva débil, lo cual les conducirá a la
desesperación y al abandono del proceso. Sin embargo, la mayoría de los sujetos se
ponen a asimilar la nueva cultura; los procedentes de una cultura perecida lo que hacen es
ajustar
la propia a los criterios de la nueva, mientras los que pertenecen a una cultura
distinta pretenden siempre adoptar
algunos aspectos de la nueva y adaptar
otros, e
incluso reemplazarlos
La tarea de adquirir una nueva cultura es mucho más difícil que la adquisición de
una nueva lengua. Ya que la razón es pragmática y, al mismo tiempo, psicológica. Si
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